sábado, 9 de febrero de 2008

El personaje triste


Este personaje tiene algo diferente. A éste no le importa lo que pase porque antes que todo o, antes que nada ya sabe que no espera, que no quiere, que se va, simplemente se va porque en algunos lugares ya no hay nada para él. Entonces este personaje va dejando que todo pase, sin guardar nada, ni una pizca, ya no le cabe, ya para él es suficiente. Y a veces se pregunta: cómo será posible mirar a los otros sin indiferencia, cómo poder determinar el peso de unas lágrimas que ya no resbalan, que han cesado de manera imperiosa, que se han perdido hace tiempo.
Este personaje ensimismado, a veces se pone a buscar terrenos baldíos en donde aventar lo que trae guardado; pero la nuestra, como muchas, es una gran ciudad y los espacios se reducen y la soledad de algún modo sirve para menos porque hay que andar buscando hasta eso, un espacio donde poder respirar profundamente y sucede que en las azoteas hay gatos o perros o luces que no dejan ver las estrellas o que nada más sirven para hacerle saber que es de noche y otra vez está solo.
Éste es uno que ya no mira hacia atrás cuando alguien inesperadamente lo sigue con los ojos, ni le dan ganas de levantar los centavos que encuentra tirados a su paso. Se ha descubierto sin palabras estos últimos días, hasta mira con envidia a los niños pequeños mientras viven; y se pregunta acerca del azar o del destino, entonces recuerda, al ver a los globeros en el zócalo, lo mucho que añoraba crecer y lo poco que le ha servido.
Éste es mi personaje triste, al que lo que le queda no le importa a nadie.
Algunos optimistas pensaran cuando lo miren que no ha dormido. La verdad es que ya se cansó de soñar.
PS. Ya se curó mi compu, ya ando de regreso!