miércoles, 26 de marzo de 2008

JMFR


La felicidad da miedo, ahora lo recuerdo, hace ya bastante que no me emocionaban las canciones cursis del radio o el tiempo, o la piel misma de un extraño y ahora siento todo. Trato de no pensar y dejo que pase la vida con sus flores, con sus ojos, con su extraño paso doble y la música de fondo es una que no conocía. Todo esto, una felicidad fulminante, rara, llena de paz, justo cuando menos me lo esperaba, justo como me lo habían contado; como lo imaginé no, porque cada día descubro que la versión anterior puede mejorar. Y ya quiero que pasen muchos días para saber que este no es el más grande cliché de mi vida, que ya no vuelve la noche desamparada ni el ingenuo consuelo de seguir pretendiendo que pase el tiempo sin reparar en estas cosas. Estoy disfrutándolo de una manera que no hubiera pensado ya, deliciosa la imaginación me lo repite y lo reinventa sin alejarlo nunca…qué fácil es acostumbrarse a la felicidad.
La vi tan convencida, y sí, me alegró de algún modo el saber que ahí adentro la irrealidad le estaba dando el gusto.

jueves, 6 de marzo de 2008

Sucedió


Hace algún tiempo se me ocurrió que las horas no deberían pasar tan sin sentido. Comencé a hacer cosas que no hacía, salir a caminar por las calles de mi colonia, por ejemplo; descubrí muchas cosas, debo admitir que hasta entonces ignoraba la velocidad con la que todo cambia. Estos paseos trajeron como consecuencia nuevas personas a mi vida, amigos que hasta ahora no me han defraudado pero que fueron cómplices de mi transformación.
Poco a poco fui dejándome llevar por la marea, siempre es lo más fácil, lo cómodo, ir amoldando tu vida a las circunstancias. Antes era bastante meticulosa, tenía todo controlado, las horas de comer, de trabajar, de dormir; hasta cierto punto esa vida rutinaria me daba la estabilidad que según yo “me hacía feliz”. Pero en aquél tiempo era otra, muy diferente. En cuanto me vi envuelta en mi perfecto y bien planeado vivir, no lo pensé tanto como tú lo supusiste, no, fue más bien algo que tenía que sucederme y, bueno, sucedió. Es sólo que cada vez estoy más sola. Al principio no me daba cuenta, me divertía demasiado y pasaban cosas que nunca hubiera creído, mis amigos, creo que ya te platiqué de ellos no? me invitaban a fiestas increíbles a paseos deliciosos en los que de repente se hacía de noche y jugábamos a perdernos en las calles, a encontrar espejos en las caras de las gentes, a tirarnos boca arriba sobre nuestra sombra o a volar, sí, volar… yo nunca pude, pero lo intenté no? Ahora mírame. La felicidad no es eterna sabes? cada vez me dura menos ¿hace cuanto que estamos aquí?
La mujer se levantó y me mandó un beso, siguió de largo mientras sus ojos se perdían en un placer casi puro. Creo que sí vuela, es sólo que no se acuerda y esa vez me pareció que ya no lo hace con tanta frecuencia. Si yo fuera ella lucharía contra mi razón. Su libertad no le hace daño a nadie. ¿No te gustaría estar loco?
PS. Ya coperen para mi compu nueva no?