domingo, 2 de noviembre de 2008

ofrenda


El otoño sonoro carcome la hojarasca descolgada de las sienes de los arboles. Otoño que se debilita, que se ciñe a la locura circular del tiempo en donde la muerte sale juguetona a merodear la blanca niebla del incienso, la luz tambaleante de la cera. Muerte de muertos visitantes, muerte redentora de recuerdos, muerte olorosa a flores y azar, muerte fruta, muerte pan, calabaza, calaverita, cara de muerte, muerte cara, comelona, moradona, naranjona, querendona… Muerte mi reina por un día, por una noche, muerte ya, todavía no está, muerte, mi muerte, no te quiero cerca, despídete muerte de mi vida, despídete otoño de mis días antes de las lágrimas o de las cenizas.