martes, 4 de septiembre de 2007

Disculpa


Querido Lector:

Ahora que la humanidad crea y descrea tantas cosas, lo efímero es lo único que de verdad permanece. Baste decir que mi triste computadora está ya más vieja que antes, a veces respira, a veces. Algo en ella me dice que ya no puede, que le resulta difícil seguir en pie de lucha. Pero ¿Qué hacer con tanta basura industrial? ¿Acaso existe un panteón de computadoras? ¿Será que estamos condenaos a un futuro lleno de deshechos in-desechables? El punto es que mi papá se rehúsa a deshacerse de ella y de su hermana mayor que es aún más sabia y anciana. Lo sé, son parte ya de la familia pero cada día resultan menos serviciales. A veces recurres con cariño a ellas porque guardan muchos recuerdos y hay otras en las que simplemente te gustaría aventarlas por la ventana o abandonarlas nomás de pura desesperación (no sé por qué recordé a mi abuela). Sé que no es pretexto pero esa desesperación de no poder trabajar con ellas es lo que ha detenido mis publicaciones. El blog simplemente ya no abría, no he podido ingresar a ninguno, ni siquiera a los de mis cuates para echarles una firmita. Creo que ya puedo publicar pero sigo sin poder ver lo que pasa. Sólo espero que esta ceguera no sea permanente.

Mis más sinceras disculpas.
San.

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