martes, 6 de octubre de 2009

Mi abuela loca


Yo tuve una abuela loca. A veces se nos quedaba mirando como si nos reconociera, pero poco a poco prefirió olvidarse de nosotros y, así como olvidó cada uno de nuestros nombres, así también olvidó abrir los ojos, los oídos, la razón. Mi abuela loca murió en junio, (desde entonces escribí estas letras, sólo que hoy la recuerdo y siempre me ha parecido un buen pretexto escribir para recordar), creo que se le olvidó respirar, creo que se le olvidó cómo se le hacía para seguir viviendo. Lo hizo a propósito, prefirió dejarles memoria y vida a los esperanzados, ella ya no tenía nada que hacer aquí.

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