martes, 25 de septiembre de 2007

sólo te escribo para que sepas que ya no pienso en ti


Ya es tarde.


Piensas en ella a pesar de decir que no la quieres o que la has olvidado. Sabes de ella, aunque aparentes, aunque finjas la indiferencia abismal del silencio. Es casi de madrugada y estás ahí, acostado e imaginando tu próxima osadía.


Es extraño, tus sentimientos ahora se encuentran.
Ya es tarde, así lo decidieron.
Estás recordando la vez del último mensaje. Sólo escribió para decirte que te amaba a pesar de todo, que te amaba desafortunadamente. Trataste de evadirla, y nada, un nulo esfuerzo.
Sabes todo el daño que le has hecho, sabes que tus reacciones a su sonrisa no han sido más que desesperados intentos por hacerte creer que la has olvidado.
No puedes.
No la olvidarás nunca.
Ella tampoco.
Te duele tanto darte cuenta del error cometido, habías supuesto ya no ser nada en su vida, habías pensado que tu última artimaña para olvidarla le había echo más daño que a ti, y sí, ella lo dijo – adiós para siempre-. Ingenuo, no lo sabías, no lo sabes aún, no sabes que ella… no.
El olvido ha creado confusión… no es cierto, no ha llegado. Ella sigue ahí.
Hace un par de horas el alcohol te ha hecho mandarle un mensaje diciéndole: “sólo te escribo para que sepas que ya no pienso en ti”

2 comentarios:

Leo Ávila dijo...

No necesito el pañuelo para llorar, no necesito las lágrimas para necesitar el pañuelo, no necesito recordar para necesitar las lágrimas que me hacen necesitar el pañuelo.

No sé, sólo se me ocurrió que de lejos tenía que ver.

Esto que estás leyendo ya no soy yo. dijo...

Esto sólo es mera ficción, no se crean todo lo que les cuento.Jajaja