lunes, 25 de junio de 2012

Pretenciones de bruja

No sé si a estas alturas pueda convertirme en bruja. No sé si volar con mi escoba hasta tu ventana mientras duermes. No sé si echar a mi caldero un ciento de miradas profundas para revolverlas todas con este mi amor infinito y luego jugar a que muerdes la manzana y luego jugar a que caes dormido ante mi hechizo y luego jugar a que soy el amor de tu vida, que te besa para que no mueras y así todos los días para que no mueras; después de dormir tendrías que esperar mi beso y vivir de este modo embrujado, enamorado y feliz para siempre.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Indiferencia

No sé si voy a poder con esta supuesta, aparente indiferencia tuya que apenas se asoma pero que duele como si fuera completamente cierta.

jueves, 29 de marzo de 2012

¿Quiere usted saber qué pasó?



Una noche inesperada, como espasmo, como deben ser las felicidades más grandes y más disfrutadas, así, sin pensarlo caí en la cuenta de que podía estar frente al amor de mi vida. Y no es que haya yo pasado un largo rato pensando en que eso del amor de mi vida ya me había pasado y no habría media naranja humana capaz de acomodarse a mis adentros. Puede constatarlo usted, querido lector, apreciable damita, hace algunos cuantos meses lloraba yo por las esquinas e imploraba milagros de olvido o redención. La verdad es que siempre he sido mujer de poca fe, ni hablar, la vida me había vuelto bastante escéptica.

Hoy ha pasado lo irreversible, lo increíble, lo extraordinario, lo paranormal. Como dice la canción “hoy me he vuelto a enamorar, atrás quedaron esas noches de locura” (noches de locura sola, porque las noches de locura acompañada apenas empiezan, como usted ha de pasar a comprender).

Hace poco, qué digo poco, hace apenas unas insignificantes semanas en la vida de cualquier mortal, me ha sido dado reconocer a un hombre. Para qué le voy a mentir a mi amable concurrencia, yo ya le había echado el ojo, sí, desde que lo vi le vi los buenos bigotes; sin embargo ya sabe usted cómo son esas cosas, todo lleva su tiempo y mucho que tuviéramos pues no verdá. Para no hacerles el cuento chico (porque largo ya se va haciendo) resultó que dos años, varios amores, desencuentros, idas y venidas, bailadas y desveladas después, una noche de copas serviría para definir el nuevo pulsar de mi corazoncito.

Yo sé que muy en el fondo, el universo decidió poner a girar a los astros, alinear sus planetas, sacudir una que otra constelación y darle una pulidita a la luna; porque de otro modo no veo cómo tanta felicidad así de sopetón.

Sirvan estas felices letras para hacer constar la presencia en mi vida de un Hombre con “H” de perfecto, de guapo, de luminoso, de sonriente y de distribuidor oficial de mi felicidad. Tú sabes quién eres.

jueves, 7 de julio de 2011

Tus manos quedan lejos de las mías


Tus manos quedan lejos de las mías, muy lejos. Bueno, en realidad no tanto. Puedo subir al auto y llevar a mis manos a buscar las tuyas, sé dónde viven, mis manos también lo saben, han escrito tu dirección suficientes veces; sin embargo están lejos. Tus manos de mis manos están lejos. Es que no es una distancia de espacios ni de tiempos. La distancia que tanto separa nuestras manos es esta en la cual tú inventaste este muro, muralla, fortaleza, fronteraimpenetrablementeabsurda que no sirve sino para la pena.
Y estas manos mías se quedan solas, se resecan, intentan consolarse ente ellas y a veces se abrazan a mi cuerpo o insisten en querer encajar en el hueco de otras manos, en la caricia de otros cuerpos; y lo intentan, siempre lo intentan pero se engañan las pobres; yo no soy nadie para detenerlas ni para decirles que no busquen, ellas mismas se dan cuenta. Y tus manos que han de estar igual, tan descuidadas, desacomodadas, apenas con la humedad de la lluvia, con el falso calor de las telas que a veces las cubren, ahí están, y seguirán, tus manos que quedan lejos de las mías, muy lejos.

domingo, 15 de mayo de 2011

Algún día


Cuando dejamos a alguien realmente nunca lo dejamos, tendríamos que olvidar no sólo el sentimiento, tendríamos que no saber ni su nombre, no recordar su rostro o su olor invisible. Cada imagen del pasado es un sentir que también se recuerda, una leve reminiscencia del todo, un poco, no mucho, de lo que sentimos revive si lo recordamos.

La mayor parte de las veces sólo es eso, un instante que nos recuerda otro. Las penas, la felicidad, siempre pasan y nadie les dice nada, nadie se atreve a cortar de tajo el sentir, ni siquiera la naturaleza, es que el olvido es parcial, siempre es parcial. Es que me dijeron “algún día” y yo quería escuchar un “nuca”.

martes, 22 de febrero de 2011

Plegaria


Desde la desnudez entera de mis palabras acaricio los oídos de un romancero loco, de un danzante, de un melodioso hombre de palabra (s). Desde la delicada caricia que recorre cada letra convoco al anónimo de mi vida, al desliz perpetuo de mis sentidos. Buen orador pronuncia fuerte mi nombre y pídeme seguro que te siga, que te envenene y después quítame la ropa. Buen besador júrame certeza y eternidad; la devoción que suplican mis piernas, júrame tu vida, consagración envolvente y escandalosa, que tu amor me llene, que me mires, que me llames, que en tu fuerza se devele el deseo, que me encuentres… que existas…

lunes, 21 de febrero de 2011

Declaración


No en balde tengo repleto este corazón que tanto lo llama, no es de a gratis señor O. que lo busque y que me muera por besarle. Siento todo esto que me alumbra completa y me dan ganas de salir corriendo y dejarlo así, todo junto, debajo de su puerta para que cuando salga usted, un espasmo de amor le llene y alimente. Yo sé que de algo han de servir mis besos profundos, abisales y misteriosos, algo le han de provocar mis manos pequeñas y mi boca cuando le recorren todo el fuego. Ande señor O. OlaMareaArenademar, dígame que naufrague, que me rinda, que usted solo sólo quiere leer mis mensajes y tostar mi piel y besarme, dígame señor O. que ya no puedo seguir buscando, que es inútil porque es usted y ya me ha encontrado.