
Qué difícil la vida últimamente. Antes de ayer, el tiempo, el presente infinito sin más me dejaba recorrerlo a mi antojo. Casi se me ocurre abarcar el universo pero no, eso parecía bastante complicado así que preferí inventarme uno y aquí estoy a poco más de un año tratando de construirlo, tratando de describirlo, de no dejarlo. Ahora quisiera deslizar estos dedos lo mejor posible, lo más rápido, o por lo menos lo más seguido. De mientras y casi a cuenta gotas, seguiré arrojando letras de mis dedos, a lo mejor en una de esas caen como las sueño, a lo mejor se me resbalan y terminan por distraer, por qué no, a uno o dos anónimos más.