miércoles, 25 de junio de 2008

El río no queda lejos


No se si eso es todo. Tengo la sensación de que ha sido tan fácil y espero, tensa, estresada, sigo esperando mientras mi cuerpo avanza. La sospecha de que algo va a pasar en cualquier momento no me abandona. La realidad es injusta lo sé, injusta para bien o para mal. He hecho algo malo y aún no me pasa nada, toda yo estoy bien, todo adentro está bien; creo que en el fondo sé que no fue malo ni bueno, fue justo, justo lo que necesitaba para seguir. Estoy viva no? puedo seguir. Ya casi llego. El río no queda lejos. Es cuestión de minutos. El río, el ruido, es todo tan confuso, el suelo. No, atrás no queda nada, no dejé que quedara, no podía. Sí, el agua fresca. Como cualquiera. Me comporto como cualquiera. Entro al agua, sonrío, rápido me sumerjo para ver cómo el agua se lleva la sangre de entre mis manos, para sentir que me lava, que me llena, que me voy. He decidido irme.

miércoles, 11 de junio de 2008

II


Qué difícil la vida últimamente. Antes de ayer, el tiempo, el presente infinito sin más me dejaba recorrerlo a mi antojo. Casi se me ocurre abarcar el universo pero no, eso parecía bastante complicado así que preferí inventarme uno y aquí estoy a poco más de un año tratando de construirlo, tratando de describirlo, de no dejarlo. Ahora quisiera deslizar estos dedos lo mejor posible, lo más rápido, o por lo menos lo más seguido. De mientras y casi a cuenta gotas, seguiré arrojando letras de mis dedos, a lo mejor en una de esas caen como las sueño, a lo mejor se me resbalan y terminan por distraer, por qué no, a uno o dos anónimos más.

miércoles, 14 de mayo de 2008

fantasía


Para mayo ya habían recorrido todos los moteles de por aquí.

A este tipo de amantes lo que les sobra son las ganas...y el dinero

*

PS. Ya tengo tiempo libreee!!

viernes, 18 de abril de 2008

tacto


Me desnudo a veces frente al espejo, el calor se queda aún en la ropa tirada, y entro en la cama con los ojos cerrados. La caricia de la sabana acelera mi respiro, y giro, lento hacia un lado, hacia el otro o me deslizo bocabajo y volteo. Apenas descubro los pechos para sentir al aire, dulce aire, y sigo delicadamente el goce del tacto mismo, oportuno, preciso, que ya no es el mío, que pesa en mi cuerpo como la certeza de quien sabe que está soñando… puedo sentir la luz.

miércoles, 26 de marzo de 2008

JMFR


La felicidad da miedo, ahora lo recuerdo, hace ya bastante que no me emocionaban las canciones cursis del radio o el tiempo, o la piel misma de un extraño y ahora siento todo. Trato de no pensar y dejo que pase la vida con sus flores, con sus ojos, con su extraño paso doble y la música de fondo es una que no conocía. Todo esto, una felicidad fulminante, rara, llena de paz, justo cuando menos me lo esperaba, justo como me lo habían contado; como lo imaginé no, porque cada día descubro que la versión anterior puede mejorar. Y ya quiero que pasen muchos días para saber que este no es el más grande cliché de mi vida, que ya no vuelve la noche desamparada ni el ingenuo consuelo de seguir pretendiendo que pase el tiempo sin reparar en estas cosas. Estoy disfrutándolo de una manera que no hubiera pensado ya, deliciosa la imaginación me lo repite y lo reinventa sin alejarlo nunca…qué fácil es acostumbrarse a la felicidad.
La vi tan convencida, y sí, me alegró de algún modo el saber que ahí adentro la irrealidad le estaba dando el gusto.

jueves, 6 de marzo de 2008

Sucedió


Hace algún tiempo se me ocurrió que las horas no deberían pasar tan sin sentido. Comencé a hacer cosas que no hacía, salir a caminar por las calles de mi colonia, por ejemplo; descubrí muchas cosas, debo admitir que hasta entonces ignoraba la velocidad con la que todo cambia. Estos paseos trajeron como consecuencia nuevas personas a mi vida, amigos que hasta ahora no me han defraudado pero que fueron cómplices de mi transformación.
Poco a poco fui dejándome llevar por la marea, siempre es lo más fácil, lo cómodo, ir amoldando tu vida a las circunstancias. Antes era bastante meticulosa, tenía todo controlado, las horas de comer, de trabajar, de dormir; hasta cierto punto esa vida rutinaria me daba la estabilidad que según yo “me hacía feliz”. Pero en aquél tiempo era otra, muy diferente. En cuanto me vi envuelta en mi perfecto y bien planeado vivir, no lo pensé tanto como tú lo supusiste, no, fue más bien algo que tenía que sucederme y, bueno, sucedió. Es sólo que cada vez estoy más sola. Al principio no me daba cuenta, me divertía demasiado y pasaban cosas que nunca hubiera creído, mis amigos, creo que ya te platiqué de ellos no? me invitaban a fiestas increíbles a paseos deliciosos en los que de repente se hacía de noche y jugábamos a perdernos en las calles, a encontrar espejos en las caras de las gentes, a tirarnos boca arriba sobre nuestra sombra o a volar, sí, volar… yo nunca pude, pero lo intenté no? Ahora mírame. La felicidad no es eterna sabes? cada vez me dura menos ¿hace cuanto que estamos aquí?
La mujer se levantó y me mandó un beso, siguió de largo mientras sus ojos se perdían en un placer casi puro. Creo que sí vuela, es sólo que no se acuerda y esa vez me pareció que ya no lo hace con tanta frecuencia. Si yo fuera ella lucharía contra mi razón. Su libertad no le hace daño a nadie. ¿No te gustaría estar loco?
PS. Ya coperen para mi compu nueva no?

sábado, 9 de febrero de 2008

El personaje triste


Este personaje tiene algo diferente. A éste no le importa lo que pase porque antes que todo o, antes que nada ya sabe que no espera, que no quiere, que se va, simplemente se va porque en algunos lugares ya no hay nada para él. Entonces este personaje va dejando que todo pase, sin guardar nada, ni una pizca, ya no le cabe, ya para él es suficiente. Y a veces se pregunta: cómo será posible mirar a los otros sin indiferencia, cómo poder determinar el peso de unas lágrimas que ya no resbalan, que han cesado de manera imperiosa, que se han perdido hace tiempo.
Este personaje ensimismado, a veces se pone a buscar terrenos baldíos en donde aventar lo que trae guardado; pero la nuestra, como muchas, es una gran ciudad y los espacios se reducen y la soledad de algún modo sirve para menos porque hay que andar buscando hasta eso, un espacio donde poder respirar profundamente y sucede que en las azoteas hay gatos o perros o luces que no dejan ver las estrellas o que nada más sirven para hacerle saber que es de noche y otra vez está solo.
Éste es uno que ya no mira hacia atrás cuando alguien inesperadamente lo sigue con los ojos, ni le dan ganas de levantar los centavos que encuentra tirados a su paso. Se ha descubierto sin palabras estos últimos días, hasta mira con envidia a los niños pequeños mientras viven; y se pregunta acerca del azar o del destino, entonces recuerda, al ver a los globeros en el zócalo, lo mucho que añoraba crecer y lo poco que le ha servido.
Éste es mi personaje triste, al que lo que le queda no le importa a nadie.
Algunos optimistas pensaran cuando lo miren que no ha dormido. La verdad es que ya se cansó de soñar.
PS. Ya se curó mi compu, ya ando de regreso!

martes, 22 de enero de 2008

Verdades


Hay cosas que prefiero imaginar. Hay verdades que no soporto.
Hoy entré huyendo a mi cabeza. Ellos hablaban, hablaban y decían lo terrible, lo cierto, lo que yo desde hace tiempo sospechaba, lo sin remedio. Pero no, eso no era lo que yo quería escuchar y ellos lo sabían, que a mí sólo se me dice lo que me gusta, que yo no puedo ser sorprendida de repente por rotundas palabras devorasueños. Al final terminé escuchando, ninguna canción pudo invadirme la cabeza esta vez, ninguna sonrisa imaginada, y en el silencio intentaba tararear mientras que de aquellas bocas los hilos de voz entrecortados y los sollozos se abrían paso para provocar en mí la reacción que cualquiera tendría. No, yo no soy cualquiera, no. A mí, poco me importa saber que las familias o la vida se desmoronan por un mal paso, que la sociedad o el silencio. No tenían por qué decirme que todo era una farsa, que la habían descubierto. Yo no quería sentir al dolor, a ese carroñero royendo mi adentro, desgarrando, destruyéndolo todo. Apagué la luz y me quedé dormida.
El olvido tendría que venir con el tiempo.
Sí, ya todo estaba arreglado. A la mañana siguiente procuré levantarme temprano y me ofrecí para preparar el desayuno, así las cosas nadie tenía ganas de nada. Ninguno lo notó y para la tarde todo habrá terminado. Ésta sustancia es incolora, insípida, ya todos parecen dormidos.
Cuando los de afuera se enteren y comiencen a llegar al velorio seguro querrán abrazarme, sí, todos me consolarán y tal vez mis tíos, mis padrinos, no lo sé, qué familia será mas bonita? Y es que hay cosas que prefiero imaginar. Hay verdades que no soporto.

jueves, 10 de enero de 2008

Instante



Era un hombre no mayor a los cincuenta años, o al menos el tiempo había marcado su seño para esa apariencia, vestía un traje negro, camisa blanca, corbata, zapatos, calcetines y bombin inglés, todo negro. Además su mirada era un tanto vaga, como alguien a quien la vida ha dejado de sorprenderle.
Si abriéramos la toma sólo veríamos a un grupo infinito de individuos igualmente ataviados transitando por la calle, siempre sobre la banqueta derecha de ésta, todos hacia la misma dirección. Los que regresaban, lo hacían usando, en forma religiosa la acera de enfrente. Los carros, igualmente, sobria y eternamente negros estaban ocupados por el mismo tipo de sujetos que no se atrevía nunca a desviar la mirada, siempre vaga y fija, no se sabe en dónde. Por demás estaría mencionar que la ciudad, como otras que conocemos, parecía absorber veloz e indiferente la vida de todos esos inmutables individuos quienes sin casi percibirlo se habían acostumbrado ya al smog mezclado con los hedores que se evaporaban gracias a ese sol implacable de la mañana.
Un suspiro impensado sobresaltó a nuestro hombre haciéndolo detenerse. Alguno, seguramente aquél desafortunado que caminaba, como usualmente lo hacía, un paso detrás de él, chocó contra su espalda, estupefacto ante un hecho que escapaba de su comprensión. Algo había roto la normalidad y ahora todos, sin entender lo que estaba ocurriendo, volteaban a ver a ese, al dueño del suspiro, al causante de aquél percance jamás imaginado.
Por la mente de nuestro individuo, había pasado su imagen. Sí, era él caminando sobre la misma calle, rodeado por la misma gente y deteniéndose sorprendido por aquél suspiro que lo hacía recordar el momento en el que se detenía gracias a un suspiro que le recordaba la vez en la que un suspiro lo detenía y así sucesivamente en una especie de recuerdo infinito que al mismo tiempo no lo dejaba recordar el por qué del suspiro.
Alrededor, todo lo demás también se había detenido, y el tiempo se había detenido abriéndole paso a un aparato gigantesco que se aproximaba calculadoramente a nuestro sujeto, retirándolo de forma impecable para insertar a otro individuo de negro a su imagen y semejanza, ya dispuesto desde antes para ocupar su lugar.

sábado, 5 de enero de 2008

Carta a Melchor, Gaspar y Baltazar


Queridos, deseados, ilustrísimos reyes magos:

Éste año me he portado muy bien, bueno, más o menos bien. De acuerdo, de acuerdo, a ustedes que son taaan buenos y todo lo saben, no puedo mentirles así que pongo a su consideración la pequeña lista que publico aquí debajo:

Un hombre (o los que quieran) pero un hombre de verdad, no como el tonto príncipe azul.
Imaginación para seguir con estas letras y con la música
Riñones para seguir con el vino
Humor para seguir con mi vida
Y sueños divertidos que se hagan realidad.

PS 1.- Acuérdense también de mis lindos amigos que a pesar de haberse portado peor que yo, la mayoría, pueden llegar a ser buenas personas… de verdad… lo digo en serio…
PS 2.- Ah, y una lanita no caería mal, digo, para hacer caridad con los demás jijijjji
PS 3.- Y un collar antipulgas para perrito Tobía, y una punta para mi pluma fuente, y pintura nueva para mi carro, y un stereo y un ipod y una lap y …y…

jueves, 3 de enero de 2008

Huele a nuevo



Señoras y señores, niñas y niños, lectores ocasionales, perdidos, anónimos y etcéteras agregados:


Ya está aquí, ya tiene nombre, ya puedo sentirlo. Es el 2008 y sepa pepa qué tantas sorpresas nos traiga el destino!
Eso de andar esperando a que pasen las cosas no es lo mío así que a celebrar, a vivir, a soñar y a seguir cantando y escribiendo que esto no se acaba pero nos va matando cada día. Estará de sobra desearles lo mejor, yo que más quisiera pero no los conozco a todos y a los que si pues ya saben de antemano que estaremos juntos y felices como siempre, que nos faltan muchos tragos y hartas pachangas. ¿Mis propósitos? Uff, tengo un montón y no malgastaré tantas líneas en enumerarlos, así sirve para que nadie me reclame a fin de año. Felicidades a todos amen.


PS. Saluuuuuú

lunes, 17 de diciembre de 2007

Esa oscuridad toda



Es la oscuridad de los poros abiertos y los ojos cerrados, la del deseo, la de las noches sin luz, la de los sueños que se van cumpliendo en cada una de las sábanas más suaves; la de los cuerpos. La oscuridad luminosa acompañada de estrellas o lunas o sueños, la que se escucha al oído y tan cerca que se siente como respiro en el cuello de la victima. La oscuridad del dinero, de las esquinas de las putas, de los borrachos en las calles solas o los vicios todos juntos en los parques. Esa oscuridad, la de los ciegos que huelen la vida en la calle, la lluvia o el frío. La desesperante oscuridad de las cajas cerradas, la de los monstruos debajo de la cama y en el closet. La de la humedad acariciante al terminar la lluvia o la bochornosa oscuridad de las olas chocantes en las playas desiertas y en el abisal océano de los peces desconocidos. La oscuridad infinita del espacio. La de todas las noches de los reos, la de los pobres, la indeseada, la ofensiva. La misma oscuridad solitaria de mirar al techo sin poder dormir e imaginar lo que hubiera pasado sin entender siquiera lo que si pasó. La primera oscuridad, la última. Esa misma oscuridad ahora, en mi cuarto, en mi duda, en el ir y venir de los carros allá afuera y el ladrido de los perros y todo lo anterior, todo junto aquí, adentro…

viernes, 7 de diciembre de 2007

De mentiras, sueños y otras cosas inciertas



A este personaje le gusta que le mientan como contarle un cuento o como disculparse porque no se acordaron de su cumpleaños. Le gusta que los hombres eviten incomodarla con sus desamorosas verdades. Y sueña, porque también le gusta soñar, que es verdad que el chico de a lado la mira como si el resplandor de la virgen la abrazara y no pudiera, él, pronunciar palabras de tan grande impresión. A ella le gusta creer en pequeñas cosas, le gusta pensar, por ejemplo, que la torta de tamal se vuelve increíblemente nada en su panza y en su lonjita de un costado, y nada los chocolates en sus caderas. Y que nadie, también le gusta pensar eso, que nadie ha notado lo triste de su estar gracias a una película cursi que la hizo soñar que, el hombre de su vida, el que si es de verdad porque lo ha visto caminando y ha escuchado sus palabras o estrechado su mano en un saludo, sí, porque soñó que ese hombre la miraba a los ojos y tembloroso tomaba su mano o abría la boca para decirle lo que ella se venía repitiendo cada vez que cerraba los ojos si aquél se encontraba cerca.

A mi personaje le gustan las mentiras piadosas y agradece cuando un buen amigo le dice de vez en cuando que ella es la más linda del mundo pero que es su amiga. Le gusta pensar que la luna siempre si la sigue a ella porque no ha seguido nunca a nadie más. Y le gusta ir despacio por la calle mirando a los hombres sin que ellos se percaten e ir imaginando que los envenena a todos y que al mismo tiempo voltean, la miran y la aman los muy envenenados.

Y de vez en cuando, pero muy de vez en cuando y muy secretamente, le gusta pensar que trabaja de noche, que vende sus besos y disfruta cada billete ganado por prestar lo que tiene en medio de las piernas, que ilumina a los hombres con sus mentiras porque nadie, ninguno, resistiría que ella les dijera la verdad…

martes, 4 de diciembre de 2007

Este pensar se ha detenido


Qué pasa si de repente mi pensamiento más abstracto se me revela y se detiene? Qué pasa? Es tal vez mi subconsciente el que me bloquea, el que no permite que me adentre porque sabe que eso me afecta de algún modo?

A veces tengo miedo…

jueves, 15 de noviembre de 2007

reconstrucción de un encuentro


Estoy en clase, (así o más aburrida), sentada y pensando en cómo perder el tiempo y me gustaría contar una historia con final feliz. Me gustaría recordar que hace tiempo la tristeza se paseaba voluntaria, caprichosamente por sus vidas, que un día de estos se vieron sin pensarlo, sabiendo que se conocían, que ya cada uno había reparado en el otro, que ya la vida los había entretenido varios años en un paralelismo juguetón, a ratos coincidente, una vez, otra, muchas casi en el mismo lugar. Pero ya lo digo, apenas hace una semana se hablaron, se presentaron, se reconocieron como los extraños que son, que ya van dejando de ser. Su primera reacción tal vez, imagino, habrá sido la sorpresa, el mundo que es un pañuelo; ¿no los vigila el destino? Ya están, ya comienzan a ser unos de los que se besan y pretenden sonreír cuando recuerdan su tristeza, su sola búsqueda.


Y no importa, ya no importa en que termine.

Todo.

Esto, lo que se les huele hoy cuando te les acercas un poquito o cuando los miras a los ojos o si de casualidad los topas en la calle y los ves sonriendo como invitándonos a la felicidad.

Eso es lo que vale, lo que brilla, con lo que se quedarán cuando todo acabe.


¿De alguna manera todo acaba no?